La dificultad en resolver los problemas de la página previa radica en la tendencia del sistema cognitivo a ordenar los datos percibidos con arreglo a su caudal de experiencia anterior, en aras de hacer más sencilla y fácil la comprensión de la situación. Pero en este caso la experiencia previa no sólo NO facilita, sino que obstaculiza la solución. Los elementos que integran cada problema poseen para la gente una fijación perceptiva o funcional. Veamos las soluciones de cada uno:
Estamos acostumbrados a percibir una matriz de nueve puntos como un cuadrado, cuyos bordes no podemos traspasar. Por eso tratamos de que todas las líneas doblen en los límites externos del cuadrado sin considerar la posibilidad de extenderlas más allá, única forma de solucionar este problema.
Aquí nos pasa algo parecido: estamos fuertemente influidos por la idea de que los triángulos tienen que ser construidos en dos dimensiones, pero aplicando estrategias espaciales economizamos bastantes fósforos, construyendo una pirámide regular.
Aquí nos traicionan los conceptos de finalidad específica de cada objeto. Para nosotros las cajas de fósforos no sirven para mucho más que contenedores. Si vaciamos el recipiente de los fósforos y lo fijamos a la pared con una tachuela, obtenemos un singular candelabro, y sólo queda fijar sobre el mismo la vela derritiendo un poco de cera de su base.
Esta fijación perceptiva es tan fuerte que, aún cuando a los sujetos se les proporcionen sugerencias relevantes para eliminarla. Por ejemplo, aún sugiriéndoles que el problema de los nueve puntos puede resolverse prolongando las líneas más allá del cuadrado, el rendimiento apenas mejora.
Todos los estudiosos de los fenómenos cognitivos que implican creatividad y flexibilidad mental han considerado estas cuestiones. Las personas son más capaces de hallar respuestas creativas a los problemas que implican análisis y reestructuración del conjunto de datos en la medida en que mayor sea su posibilidad de contemplar un número considerable de alternativas, y de liberarse de los estereotipos perceptuales que, involuntariamente, cargamos desde la infancia. Casi todo descubrimiento o invento sensacional en la historia ha tenido lugar en el afortunado insight de una mente lúcida.